Père Tanguy

"Retrato de père Tanguy" VAN GOGH (1887-1888)

Llevo todo el fin de semana deseando realizar este post. Lo quiero dedicar a un cuadro y a un personaje que me parecen de los más entrañables de la historia del arte.

Su nombre es Julien Tanguy, aunque ha quedado para la posteridad como père Tanguy, el querido Père. Era un hombre afable y bonachón que regentaba una tienda de pinturas en el barrio parisiense de Montmartre. Amigo de los jóvenes artistas, les fiaba materiales cuando éstos no podían pagarle o en ocasiones los intercambiaba por cuadros. Si tenemos en cuenta que en la Francia de finales del XIX, la obra de los impresionistas y post-impresionistas no era muy apreciada, el hecho es bastante significativo. Además, fue quien introdujo en París las láminas japonesas, iniciando la moda que se vendria a llamar Japonismo y que influyó en la mayor parte de los artistas del momento.

Si este personaje nos es conocido, y para mi especialmente grato, es por dos retratos que le pintó Van Gogh y que nos muestran a un hombre afable, tranquilo, con su chaqueta azul abotonada y su mirada frágil y dulce. Un alma sensible con unas manos fuertes y curtidas por los años. Van Gogh plasmó su figura como si fuese una de las estampas japonesas que tanto amaba y tanto le influyeron en su arte.

No puedo dejar de mirar este cuadro y pensar que Père debió ser un hombre bueno.

No sé que fue de este personaje, tendré que mirar por la red. Sé que durante la estancia de Van Gogh en el sanatorio, tras el conocido suceso de la oreja, recibió visitas del buen pere. Poco más.

Ahhh... por cierto, esto es una historia feliz y no quiero que acabe con un tono melancólico. Así que sabed que Tanguy, por sus buenas acciones, consiguió tener la mejor colección de arte impresionista del momento. Supongo que sus descendientes se lo agradecerían enormemente. Seguro.