03 marzo 2006

Vaya Mundo...

Cada día me siento más asqueado del mundo en que vivimos. Termino de comer y me pongo a tocar un poco mi guitarra (por cierto, fatal), hablo un poco por el messenger y antes de liarme con los estudios he ido a ver un momento la tele. ¡¡¡En que horita!!! He puesto Tele 5 y he visto a ese par de energúmenos que son los presentadores del "Aquí hay Tomate". Si ya me caían mal, ha sido la puntilla que me faltaba. Estaban hablando de los famosos (como siempre) destripandos a unos y a otros como si eso fuese lo más importante en esta vida. Si el príncipe de Burundi tiene un escarceo amoroso con Ana Obregón parece que el mundo se debe paralizar automaticamente. Ya nada tiene importancia salvo esa noticia, sea o no verdad. Es enfermizo, abominable y nauseabundo.

Al mismo tiempo muchos españolitos y españolitas se estrujan los sentidos intentando captar la máxima información de ese suceso y mientras hay miles de niños que mueren de hambre, sed, enfermedad... que son maltratados, violados u obligados a prostituirse. El mundo se destruye y los cuatro ricos de siempre se hacen con más parte del pastel a costa de los más pobres.

Y nosotros fumando opio en forma de ondas hertzianas.

Estoy harto de la tele. No volveré a ver nada que tenga que ver con el corazón o esté edulcorado con la frivolidad que tanto gusta a la mayoría.

El mundo no es de color de rosa, y si alguna vez lo fue está completamente desteñido, raido y sucio.